La moda es cíclica, y lo que fue tendencia en el pasado vuelve a resurgir con fuerza. La década de los 90, con su estética grunge y sus icónicas supermodelos, parece estar de vuelta en el panorama actual. Pero con ella, resurge una preocupante tendencia: la obsesión por la delgadez y el ideal de belleza del «90-60-90».
El regreso de un estereotipo dañino
Este ideal, que imponía un cuerpo extremadamente delgado con medidas específicas, ya causó estragos en la década de los 90. Las mujeres se veían presionadas a cumplir con este estándar, lo que llevó a un aumento de los trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia. El impacto psicológico de esta presión fue considerable, con muchas mujeres sufriendo estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Un peligro para la salud
El regreso de esta tendencia no solo es estéticamente dañino, sino que también representa un riesgo para la salud. La búsqueda obsesiva de la delgadez puede llevar a la desnutrición, problemas de salud ósea, problemas cardíacos, y en casos extremos, incluso la muerte.
Más allá de la moda: un llamado a la diversidad
Es crucial recordar que la belleza es diversa, y que no hay un solo estándar que deba ser alcanzado. La presión por encajar en un ideal inalcanzable puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental y física. Es importante promover la aceptación de la diversidad de cuerpos, y celebrar la belleza en todas sus formas.
Un llamado a la reflexión
La moda debe ser un espacio de expresión personal, no un campo de batalla para la auto-aceptación. Debemos ser conscientes de las consecuencias negativas que pueden tener las tendencias que promueven la delgadez extrema. Es hora de mirar hacia el futuro y celebrar la diversidad, la salud y el bienestar, en lugar de volver a un pasado que dejó cicatrices profundas.
Cinthia Spadaro