27 de abril de 2025

LIBRO DE BUEN AMOR

“Entiendo yo que según los filósofos existen en el alma tres propiedades: entendimiento, voluntad y memoria, las cuales, si son buenas, traen al alma consuelo, y alargan la vida del cuerpo y le dan honra y buen nombre y fama. Por el buen entendimiento distingue el hombre entre el bien y el mal”, y así comienza la introducción, la cual incluye un prólogo en prosa.

En el resto de esta obra medieval, se intercala las narraciones de aventuras amorosas en los que aparecen: fábulas, apólogos o ejemplos; sátiras, discursos, poemas burlescos, descripciones, sermones morales, etc.

Su género, se ubica, en primer lugar, entre el famoso mester de clerecía, es decir, a esa escuela de arte culta que escribía en forma de cuaderna vía. De esta tradición toma el Arcipestre la forma básica para su libro. Pero de otra fuente provienen los versos cortos; su origen son las trovas, la lírica tradicional popular, así los Gozos y demás composiciones que se encuentran por fuera de la tradición del mester de clerecía. De particular interés son los Gozos iniciales, v. 20-44, por su forma de zéjel, que como se sabe es una combinación muy popular en el Medioevo. De corte Zajelesco son también algunas otras de las composiciones de tono religioso, la segunda cantiga de la serrana, v. 987-992, y la composición “De
cómo los escolares demandan por Dios”, v. 1650-1660.

La obra, se contextualiza geográficamente en las ciudades cristianas españolas a principios del siglo XIV. España continúa su lucha con los moros. Una profunda crisis de valores religiosos surge en los campos. Algunos musulmanes cambian de religión para no perder sus bienes. El mundo de la iglesia en cargos menores (El Arcipreste y la monja), de los marginados (La Trotaconventos), del habitante común de la ciudad (Doña Endrina). Este periodo de la Baja Edad Media estuvo marcado por crisis económicas, demográficas y políticas.

El tema principal de dicha obra ronda en la alegría vital, tanto en el amor profano como en el religioso. El amor profano es tratado en las divertidas aventuras del Arcipreste con sus sucesivas enamoradas; el segundo, en las composiciones dedicadas a la Virgen, que no es vista como una figura doliente, sino alegre y gloriosa. (v. 1.627-1.628).

El lenguaje utilizado es el romance – escuchad el romance, sosegadvos en paz (v.14) -. El romance era una lengua derivada del latín, de uso popular. Escrito en cuaderna vía, que es un tipo de métrica utilizada en la Edad Media. En este “Libro del buen amor” predominan los versos de catorce sílabas, aunque también los hay octosílabos. Las terminaciones son iguales cada cuatro versos, lo que permite la lectura con un ritmo musical: fablarvos é por trobas e por cuento rimado: es un decir fermoso (v. 15).

Entre los sitios más destacados en la obra, se encuentran Toledo, Henares, Somosierra, Segovia, Burgos, Lozoya, Ferreros, Guadalajara, Roncesvalles y “Calataut”.

Curiosamente utiliza en varias ocasiones la palabra otrosí (v. 7, 9, 55, 58, 66), la cual, actualmente, se aplica con frecuencia en el lenguaje jurídico español, aunque nada en el cotidiano.

Para los amantes de la literatura medieval, se embarcarán en una travesía junto al Arcipreste de Hita, quien hace un amplio repaso a cuestiones de muy diverso contenido, de su época, y que muchas mantienen vigencia. Una lectura imperdible para quien quiera conocer las bases de nuestra literatura.

Cinthia Natalia Spadaro



       

Notas relacionadas

Deja una respuesta