15 de diciembre de 2025

“Somos Buenos Aires”: el rejunte de los expulsados

La política argentina vuelve a mostrar su peor cara, el reciclaje eterno de figuras gastadas que, incapaces de sostenerse en los espacios que alguna vez los contuvieron, inventan coaliciones a medida para sobrevivir. “Somos Buenos Aires”, la alianza creada en 2025, no es más que un rejunte de partidos y dirigentes que quedaron fuera de juego en sus propias estructuras y que hoy se presentan como una supuesta “tercera fuerza política” en la Provincia de Buenos Aires.

Florencio Randazzo, eterno candidato en busca de un electorado, encabeza esta sociedad con Julio Zamora, Pablo Domenichini y Pablo Petrecca, entre otros nombres que llevan años deambulando por los pasillos de la política bonaerense. Lejos de representar una propuesta renovadora, esta coalición huele a naftalina, radicales sueltos, peronistas sin sello, socialistas sin rumbo y restos de la Coalición Cívica unidos solo por la desesperación de no quedar fuera del mapa.

El 5,26% que lograron en las elecciones provinciales de 2025, con apenas dos diputados y dos senadores, muestra a las claras que la ciudadanía no compra espejitos de colores. La sociedad ya aprendió que estas alianzas de ocasión, con discursos vacíos y sin proyecto común, son solo refugios para dinosaurios expulsados de sus partidos de origen.

El caso de Escobar es un ejemplo perfecto de esta lógica, allí se suma Germán Maldonado, ex concejal del pattismo, que tras ser desechado por el sujarchukismo encontró en “Somos Buenos Aires” una tabla de salvación para intentar volver a escena. Maldonado, quien durante años se definió como un ferviente peronista, ayer se sentó en la sede del radicalismo, confirmando que en este espacio no hay convicciones, sino conveniencias. Su presencia no solo desnuda la fragilidad ideológica de la coalición, sino también la desesperación de algunos por seguir aferrados a un cargo, aunque sea cambiando de camiseta sin pudor.

Bajo un marketing prolijo y un nombre que apela a la identidad bonaerense, “Somos Buenos Aires” pretende disfrazar de pluralidad lo que no es más que supervivencia partidaria y oportunista. En tiempos donde la política demanda coherencia y convicciones, ellos ofrecen un cambalache de siglas y apellidos. Y ese cambalache, por más que se pinte de rosado, no deja de ser un testimonio del ocaso de dirigentes que no entienden que su ciclo ya terminó.

Esteban Gutierrez.

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